A un ciudadano, ante la simple consulta de un encuestador, se le admite la respuesta No sabe/no contesta. Pero el jefe de Gabinete falta a su obligación al no poder responder ninguna de las cinco preguntas sobre temas de interés nacional que le formulé. Esos temas hacían referencia a la caída del superávit fiscal, la descapitalización del fondo de la Anses, la caída en la inversión, el descenso en la producción de gas y petróleo, la pérdida de competitividad del país por la alteración de las reglas de juego y la diferente salida de la crisis internacional que naciones vecinas han aplicado.
Rodeado de asesores y consultando su notebook , el siempre "ocurrente y locuaz" funcionario se refirió a lo sucedido entre 2003 y 2008, período en que no era jefe de la administración, y dijo no estar en condiciones de responder sobre la realidad, que es su materia y la razón de su presencia en Diputados.
Horas después, vino la respuesta, con el aumento al monotributo y prórroga de la ley de emergencia. Así gobierna el kirchnerismo: gravando el trabajo y concentrando poder para disciplinar conductas. Por ello, no tienen iniciativa; van siempre detrás de los acontecimientos, improvisando sobre los efectos, nunca sobre las causas, cuando se requiere previsibilidad.
No les importa que se invierta menos en ciencia y tecnología, que cada vez se produzca menos gas y petróleo, y que caiga la inversión en la industria y el campo, palancas de un proceso de desarrollo. Aníbal Fernández fue verborrágico y extenso en su análisis político; hubo acusaciones de desestabilización y señaló: "Si el mundo demanda soja, hay que sembrar hasta en las macetas".
Además de contradecir la demonización hecha por la Presidenta sobre el "yuyo", Fernández demuestra la falta de voluntad del Gobierno para cambiar la matriz productiva.
¿Acaso a Brasil el mundo le demandaba carne y aviones cuando sólo exportaba café y bananas? ¿Hace 50 años el mundo le demandaba autos y computadoras a Japón y Corea? Se transformaron en lo que son porque tomaron la decisión de industrializarse y consensuaron políticas de crédito, impuestos, tarifas, salarios, aranceles, tipo de cambio y el presupuesto adecuado para generar una oferta de otros bienes; crearon mercados, miraron hacia adelante...
En cambio, el jefe de Gabinete mira hacia atrás, revela la resignación ante el empobrecimiento y elige no mostrar un rumbo, cada vez más incierto, pasados largamente seis años de gobierno.
Sin respuestas
A mis cinco preguntas las pudo haber contestado en cinco minutos. Pero ni siquiera lo hizo transcurridos los cinco días hábiles que pidió para hacerlo por escrito. Faltó, una vez más, a su deber en esta cita institucional.
Ahora ratifica que Guido Antonini Wilson no estuvo en la Casa Rosada. ¿Miente para ocultar lo exhibido en un video de Canal 7, que casualmente es el canal que administra el Estado? ¿No sabe lo que sucedió cerca de su despacho? ¿La Casa de Gobierno tiene ingresos clandestinos que no registra? Todas, preguntas, como aquéllas, que debería responder en cumplimento de sus obligaciones y resultan impostergables, si es que el ruinoso contrato para transmitir fútbol no le ocupa su precioso tiempo.