Muchos países y regiones han atravesado diversas etapas o ciclos con respecto a las migraciones y de ser naciones de fuerte emigración (como España antes de 1960) han pasado a ser receptoras de inmigrantes. Los motivos suelen ser económicos, políticos (regímenes dictatoriales o militaristas), guerras, etc. También ha sucedido con mucha frecuencia el caso inverso: Argentina fue durante el primer tercio del siglo XX (y aún antes) un país receptor de millones de inmigrantes procedentes principalmente de Italia, España, Inglaterra, Francia y de otras partes de Europa, hoy sigue siendo un país receptor pero de países vecinos, Paraguay, Bolivia, Uruguay, Perú, y de otros países latinoamericanos destacándose México, Colombia, de África, continente asiático (Corea, China, Líbano), y de algunos países de Europa, pero con goteo emigratorio desde 1973.
Hacia 2009 Argentina tiene más de 1,5 millones de extranjeros concentrándose en su mayoría en la Ciudad de Buenos Aires, y las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, y el resto dispersos en otras provincias.