si el axioma " somos lo que comemos " fuera verdadero, que podriaqn decir de nosotros , los argentinos, nuestros hábitos gastronomicos? aunque la pregunta invita a la hipótesis, la subjetividad y a la polémica, tratar de responderla no deja de ser un apetitoso ejercicio.
si bien nos encanta lo que comemos y como lo comemos ( hasta nos satisface pensar que este es el mejor lugar del mundo para comer bien ), los argentinos, o mejor dicho los porteños ( en el norte tienen una tradición culinaria distinta ) no tenemos una paleta gastronomica de lo mas amplia. cuando vamos al supermercado llevamos casi siempre lo mismo. somos autómatas, compramos carne, papas, harina, cebolla, zanahoria, calabaza, tomate, y queso. de ahi comemos pizza, empanadas, ravioles, milanesas...
Queremos comer variado. pero a la larga la lista es esa... Y miren el dato que les tiro: mientras que en Japón , donde tienen una de las cocinas mas sanas, la gente consume mas de ciento veinte ingredientes diferentes por semana, nosotros adquirimos entre doce y veinte. los griegos, autores de la muy beneficiosa dieta mediterránea, consumen noventa.
no condimentamos mucho -solo salpimentamos-, cocinamos la carne hasta que se convierte en la suela de un zapato. algunos ingredientes nos causan verdadero espanto: y no estamos hablando de cerebro tibio de mono, sino de una plantita como el cilantro. somos cerrados? de paladar cobarde? pocos curiosos?
para peor... ya hay dos generaciones de argentinos que no saben cocinar. " hace cincuenta años la mamma cocinaba, comías unos guisos espectaculares....... ahora, nadie te hace una tortilla de alcauciles.
tenemos la mejor carne y no la sabemos cocinar: la carne roja de come roja. aca todo se come pasado de punto de cocción, y asi pierde todas las propiedades, las vitaminas, los nutrientes...
no comemos pescado, no es sencillo encontrar una explicación de por que no desarrollamos una gastronomía ligada al océano ( ni siquiera en las ciudades costeras), el mar va a estar mas presente cuando haya un cliente exigente, hoy, le das un pescado fresco a un ama de casa y no sabe qque hacer con el. y no estamos dispuestos a pagar lo que cuesta.