Feinmann habla en términos políticos, el papa es el primer mandatario de un estado (además de las implicancias por lo religioso y los miles de zombies que aporta la Iglesia), y tiene razón; el primero que logre el apoyo del papa gana mucho políticamente en la Argentina. Cristina es política, no nos olvidemos.
Lo de las críticas de los K es una falacia. Recuerdo perfectamente que el mismo día del cónclave y la elección de Bergoglio salieron sectores del kirchnerismo a criticar y otros a mostrar su apoyo (Mariotto, sin ir más lejos, se mostró muy de acuerdo a la primera). No busquen cualquiera para criticar a las filas de Cristina, porque la verdad que me parece actuaron con bastante libertad. Me dan más pena los opositores, y todo el periodismo anti venenoso, que salieron a chuparle el orto al papa nuevo simplemente porque los Kirchner no tenían buena relación con Bergoglio; y cuando Cristina y Fransisco se encontraron y almorzaron durante dos horas y media, además del trato cordial que (dejando de lado la diplomacia y política obvias) mostraron, se querían cortar las bolas.