Estar notoriamente al palo en el transporte público. Encima a mí apenas me agarra sueño se me para. Buen, hacer malabares para acomodarse lo mejor posible. Yo espero que quienes me puedan ver no miren y meto mano descaradamente, pero tengo que reconocer que me da cosa.

Después, sí, me pasó bocha de veces lo de no acordarme el nombre de alguien que igual sé quién es.